En junio de 2007 gracias a un compañero -y pese a ello amigo- de Gijón, me salió una boda para unos conocidos suyos de allí, «por el alojamiento no te preocupes, puedes dormir en casa de Alex, no hay problema«. Asi que dicho y hecho, hice la maleta y me embarqué en el tren junto a mi Canon XL1s rumbo a Gijón.
Oviedo es la capital administrativa de Asturias pero Gijón es la capital en cuanto a ambiente nocturno y muestra de ello son los varios grupos musicales que han surgido allí en las últimas décadas. También es el destino favorito para los mineros del Principado una vez que son jubilados a los 45 años por su clima -más templado que el del interior- y sobre todo por los beneficios del aire marino, muy aconsejable para sus castigados pulmones.
El viaje en principio iba a durar un fin de semana con la excusa de grabar la boda pero terminó siendo unas vacaciones de dos semanas gracias a la hospitalidad de Alex, el cual me alojó a cuerpo de rey en su casa, cuyas vistas del Gijón moderno son envidiables. El amigo Alex y demás colegas de Gijón, hacían sus vidas laborales como de costumbre y los fines de semana nos reuníamos todos para salir de juerga por Gijón, mientras tanto, de lunes a viernes yo dedicaba el tiempo a descubrir la ciudad y a hacer fotos acompañado casi siempre de Patuca la cocker de Alex que fue la gran beneficiada por mi estancia ya que se pasaba el día entero en la calle.
Asturias es uno de los grandes destinos turísticos para los españoles, en cambio Gijón es una ciudad (275.000 habitantes) muy desconocida y tiene su punto; El puerto, el barrio antiguo de los pescadores, la Casa Museo de Jovellanos, el palacio de Revillagigedo y por supuesto el yacimiento romano de la ciudad, unas interesantes Termas muy cercanas a la antigua estatua de Octavio Augusto, al pie de la playa de San Lorenzo. Sin duda que el pasado romano de Gijón (Gigia) es el gran reclamo turístico de la ciudad ya que su puerto constituye el final de la Vía de La Plata.
Puede parecer un tópico el de los asturianos escanciando y bebiendo sidra por las tardes después del trabajo pero doy mi palabra que es una tradición que continua arraigada en sus gentes. No hay restaurante ni bar que no tenga y sigue siendo un ritual en cualquier celebración.
Resumiendo; Gijón es una apacible, limpia y agradable ciudad a la que ningún viajero de la península debe obviar en su viaje a Asturias. De su gente, ¿qué puedo decir? si estuve allí invitado todo el tiempo que quise… ¡¡Un abrazo para ellos y besos para ellas!!
Y ahora las fotos de aquellas entrañables vaciones.
No podía faltar el vídeo de turno
Con mis mejores saludos!!