Ahora que soy uno de los que Sony ha pedido una valoración de la FS100 y que he encontrado el momento para hacerla unas fotos, ha llegado el ansiado día de presentar en sociedad a mi nueva compañera japonesa de aventuras y desventuras… ¿Por que me he comprado una FS100?, porque no tenía dinero para una F55. Hay otros dos motivos por los que me he decantado por la FS100; Su sensor de Súper 35mm que sigue siendo mítico y por su cualidad de ópticas intercambiables ya que ansiaba una cámara de estilo más cinematográfico y alejarme de la inercia de hacerme con una cámara E.N.G. de óptica fija.
Ha sido precisamente la óptica en lo que he tenido suerte ya que a diferencia de la óptica 18-200 plateada que viene de serie, al comprarla los de Fotoboom me dieron la opción de hacerlo con la moderna Selp 18-200 de color negra que siempre viste más que una plateada y es la que lleva de serie la FS700, la hermana mayor de mi querida cámara. Es una óptica con zoom electrónico (también tiene la opción manual) situado en la misma óptica y en el lado izquierdo según se maneja, lo cual tiene el pequeño inconveniente de tener que acostumbrarse a utilizar la mano izquierda y olvidarse del botón de la empuñadura. Como una imagen vale más que mil palabras, foto del detalle en cuestión:
Al ser necesaria la mano izquierda para activar el zoom, también hay que cambiar de mano para manejar el anillo de foco cuando la situación requiere manejar ambos a la vez por lo que recomiendo aprender a utilizar siempre la mano izquierda para el zoom y la derecha para el foco. Después de toda una vida acostumbrados a usar el zoom de la empuñadura con la mano derecha y el anillo de enfoque con la izquierda, este cambio de manos seguro que a muchos les resulta incomodo pero os aseguro que no lleva más de cuatro días coger el truco y no supone ningún trauma, es igual que acostumbrarse a conducir por Inglaterra, por poner un ejemplo. Además, en esta vida hay que adaptarse a los cambios y el saber manejar foco y zoom con ambas manos no nos hará ganar más dinero pero da satisfacción.
Otro aspecto «negativo» que ven muchos propietarios en esta cámara es la falta de filtros de densidad neutra incorporados, algo que desde el punto de vista de un cámara de tv es inconcebible pero no tanto si tenemos en cuenta que ninguna cámara de fotos los tiene integrados y jamás ningún fotógrafo ha rechistado. Y ese es otro chip que debemos cambiar a la hora de trabajar con cámaras «cinematográficas», hay que pensar más con la velocidad de obturación y además esta falta de filtros incorporados se puede subsanar con un filtro de densidad variable por un puñado de euros… Y estos son los aspectos desfavorables de la FS100, he querido empezar por ellos porque son los menos y porque me gustan las historia con final feliz.
Lo mejor de esta cámara es, como decía al principio, su sensor Súper 35mm y su gran luminosidad. Nos ofrece la posibilidad de trabajar en ISO ó con ganancia y ofrece en ambos casos un espectacular resultado incluso con valores elevados. Con la ganancia la he probado y aguanta hasta 27 db perfectamente sin un maldito grano en la imagen. Yo trabajo siempre con ella en valor ISO en vez de ganancia y lo máximo que he necesitado en planos nocturnos ha sido 6.400 con un resultado asombroso y eso que este es un valor muy elevado que casi nunca vamos a necesitar. Por poner un ejemplo, para la grabación de un acto en interiores, con las típicas luces cenitales, he grabado sin antorcha ni luz adicional a 1.500-2.000 ISO sin el efecto «ojos de oso panda», es decir, sin la sombra en los ojos que provocan dichas luces cenitales y por supuesto sin el más mínimo ruido en la imagen. Sin duda que la luminosidad de la FS100 es una virtud digna de alabanza que se puede leer en todas las reseñas que se han escrito y grabado de esta cámara.
Otra de las virtudes importantes de esta cámara en mi opinión, es la posibilidad de grabar a 50 ó a 60 fps con la consiguiente eliminación de la limitación geográfica que impone el sistema Pal y NTSC. Es por tanto una cámara «Worldcam», como las denominan los ingenieros que puede trabajar en cualquier rincón del planeta Tierra. Además, la opción a 60 fps ayuda bastante a la hora de grabar en Slow Motion, otra cualidad técnica a destacar de la cámara.
También es bueno y cómodo el códec AVCHD 2.0 en el que graba la cámara ya que permite un flujo de trabajo rápido a la hora de «volcar» las secuencias al ordenador, disco portátil ó programa de edición de turno. Gracias a este códec es posible grabar en tarjetas memory stick ó en SD por lo que se ahorra en espacio y dinero respecto a las grandes y costosas tarjetas SXS ó las P2. Por el módico precio de 50 euros se puede conseguir una tarjeta de 30 Gb en las que caben 150 minutos de grabación con la máxima calidad de grabación pero por sí fuera poco, Sony nos ofrece la posibilidad de incorporar un disco duro externo (opcional) de 128 Gb que puede almacenar hasta 11 horas de grabación.
Y porque el tamaño importa, la FS100 nos ofrece la posibilidad de reducir aún más su reducido tamaño gracias al ocular desmontable que se puede liberar de la pantalla, el fácil desmontaje del agarre superior, del soporte del micrófono si no necesitamos grabar sonido ambiente y de la empuñadura que como no es necesario manejar el zoom desde ella, es totalmente prescindible ya que la cámara dispone de otros dos botones de rec e incluso es más cómoda de operar sin ella.
Mención aparte para sus seis perfiles de grabación que incluyen Standard, Cinematone 1, Cinematone 2, Pro, ITU 709, ITU709 Matrix y por supuesto la opción de no utilizar ninguno de ellos.
El último detalle a destacar; diga adiós al temor de ser robada ya que gracias a su GPS incorporado, la Guardia Civil, Scotland Yard ó la Policía Montada del Canadá sabrán en todo momento donde se encuentra la cámara.
Y esto es todo de momento, otro día mostraré test de comportamiento de todo lo comentado y del excelente resultado en chroma. Espero no haber aburrido con mi FS100 pero es que se me cae la baba con ella, ¿se ha notado?.