Al llegar el realizador a la móvil y tras saludarnos uno a uno a todos los cámaras, le comento que trabajamos juntos hace más de diez años en Localia antes que comenzara a emitir y como era lógico, no se acuerda de mi y tal vez , de haberse acordado no hubiera querido acordarse, ni de mi, ni de nadie, ni de Localia.
Corría el último año del siglo XX y todos los que estábamos en la recién creada Localia nos habíamos conocido en los informativos de TeleMadrid. Eramos un puñado de redactoras que habían terminado contrato con la televisión pública, un par de realizadores que habían pedido la excedencia y cuatro cámaras entre los que me encontraba yo pero con la excepción que servidor iba mediante productora y continuaba trabajando para TeleMadrid por las mañanas y por las tardes para Localia… ¿Ó era al revés?.
Eran años maravillosos para el trabajo de E.N.G. y no era extraño hacer dobletes e incluso tripletes en un mismo día y varias veces a la semana. La llegada a finales de los años noventa de la Televisión Digital había provocado una eclosión de canales y me vienen a la memoria canales que ya no existen como Ella TV, Canal C: ó Tribunal Televisión. En aquellos años era habitual llevar en la mochila de los cables y baterías tres ó cuatro cubiletes distintos y los responsables de prensa de las instituciones se volvían locos cuando por la mañana te veían para un medio y por la tarde para otro. En esta vorágine me encontraba cuando Txus me propuso lo de Localia y sin pensarlo dos veces acepté la aventura.
Localia fue un invento del grupo Prisa cuya finalidad era crear una red de televisiones locales por toda España para así entre todas, ser una televisión a nivel nacional pues por aquellos tan solo tenían esa licencia Telecinco y Antena 3 y no había para más. En aquella estructura ideada por los arquitectos de Prisa, el éxito de Localia Madrid era un reto ya que el objetivo prioritario era hacer un informativo que arraigara en el público y desbancara al de TeleMadrid. El reto era difícil pues TeleMadrid contaba con el mayor despliegue de eng’s en España e incluso superaba al de TVE. En aquél tiempo los cámaras eng que trabajábamos para TeleMadrid decíamos entre nosotros que; «Sí usted va caminando por la calle y se tuerce un tobillo, un equipo de TeleMadrid acudirá«. Así pues, en los despachos de las plantas altas del edificio del emporio Prisa en la Gran Vía, se concluyo que el equipo de Localia Madrid debería estar compuesto por un grupo de profesionales acostumbrados a hacer informativos; Redactoras con experiencia que habían finalizado contrato con la televisión pública y cámaras solventes para grabar ellos solos determinados sucesos, actos y eventos.
No habíamos empezado aún a emitir desde el piso de la calle Velazquez pero a cada redactora se le encargó un reportaje de media hora de un tema especifico y una mañana salí con Susana y Txus para hacer uno referente al mundo de los pisos de alquiler. Txus era el dueño de las cámaras que tenía alquiladas a Localia y entre que eran nuevas y del reciente formato Dvcpro, venía él como ayudante «hasta que te encuentre uno para contratarle», además así podía ver de cerca que tal me desenvolvía yo en el ambiente de Localia.
Llegamos a Canillejas y justo al final de la calle Alcalá, dice Txus que iba conduciendo; «Está la calle cortada» … «Están registrando un coche«, dije yo- «¡¡Para, para!! exclamó Susana, la redactora.
Era un supuesto coche bomba y la calle estaba acordonada por un ejército de policías y abarrotada de curiosos. Tras llamar a la redacción nos dieron carta blanca para olvidar el reportaje de los pisos y quedarnos allí para ver que ocurría. Después de estar varios minutos al borde del cordón policial, llegó un robot de esos que utilizan para explosionar el maletero, algo que desde hacía mucho tiempo ETA nos hizo aprender a los que por entonces estábamos al pie del cañón en la información. La llegada del robot anunciaba explosión, así que había que terminar de hacer recursos a pie de calle, coger el trípode y buscar un buen sitio. A mi se me ocurrió pedir permiso a algún vecino asomado a la terraza para dejarnos subir, algo que siempre da buen resultado pero a Txus se le ocurrió que era mejor una pasarela sobre la autopista de Barcelona y como el sitio era bueno, allí fuimos y a los pocos minutos de estar grabando, ocurrió esto
http://www.youtube.com/watch?v=mE3oB7sQ6Lc
El que grita al tipo de la cabeza soy yo, la mujer que también se oye es la redactora y el que al final se caga en todo era un fotógrafo de El Mundo a quien se le acabó el carrete justo cuando el coche aparece. Recuerdo que al tiempo que hacía el gesto de estampar la cámara al suelo, gritó; «¡¡¡Esto solo ocurre una vez en la vida!!!«… «No, no ocurre una vez, ocurre más veces. A mi me pasó hace poco otra parecida«. Y era verdad, unos meses antes había grabado un alunizaje en una joyería pero esa es otra historia.
También recuerdo que cuando el coche se encaminó hacía la pasarela donde estábamos -la cual estaba atiborrada de curiosos- y se oyeron los primeros disparos, Txus que estaba mi vera cual buen ayudante, gritó; «¡¡Al suelo, al suelo!! y toda la gente se tiró al suelo. Es mentira eso de que las cosas pasan muy deprisa, al menos cuando uno las ve a venir porque en aquel instante me sentí desnudo, con toda la gente tirada al suelo excepto yo que seguía grabando la secuencia. El tiempo no pasa tan rápido en esos momentos y tuve tiempo de pensar; «A que me llevo un tiro yo«.
Al bajar de la pasarela cometimos el único error del día que fue decirle a la policía que teníamos grabado el hecho. Esto dio lugar a varios minutos de agobio. Un tipo de paisano al estilo Alfredo Landa, se identificó como no sé qué de la Brigada de Información para pedirnos la cinta, mientras una nube de maderos agachados miraban por el visor de la cámara una y otra vez las imágenes; «A ver, a ver, dale otra vez«, al tiempo que agarraba la DVCpro 900 como si fuera mi vida. «Jefe, ya sabe que solo puedo darle la cinta a un juez«, le dije amablemente «Pero vamos a ver, vosotros informativos, nosotros información… Somos compañeros ó no?», me respondió pero yo seguí echando balones fuera lo más cordialmente posible; «Bueno, se la doy pero si me consiguen un trabajo en la española ó Antena 3 pero tiene que ser contrato vitalicio» . En ese momento Susana la redactora que estaba al teléfono contando la película intervino y zanjó con un ; «No, no se la damos ahora. Cuando hagamos una copia se la entregamos«.
Los maderos se conformaron con ver las imágenes por el visor y minutos después apareció un motorista de Prisa y se llevó la cinta. Fue el día que tuve mis quince minutos de gloria; Me llamó la redactora jefe para felicitarme, el director de Localia (un conocido periodista) … Todo el mundo me felicitaba, incluso el jefe de realización que hoy no se acuerda de mi pero para entonces yo ya sabía lo que Txus me había recordado lo que ocurre con los cámaras; «Hoy eres el mejor de todos y mañana el peor» .
Finalmente las imágenes se emitieron en Telecinco. Como Localia todavía no emitía, fueron cedidas a cambio de que apareciese el nombre de Localia para dar propaganda a la cadena que se estaba gestando. También fueron emitidas por CNN+ y me consta que dieron la vuelta al mundo pero como es costumbre en el desagradecido mundo eng, nadie vio un duro extra por aquello. Dos días después de los hechos, mientras grababa un acto de la Ser, un señor muy importante de Prisa se acercó para saludarme; «Mira Jesús, este es el cámara que grabó lo del otro día«, «Enhorabuena, hemos aprovechado esas imágenes muy bien«, me dijo al tiempo que me daba la mano, «Si, ya me he dado cuenta«, le dije.
Todavía me quedaron más anécdotas con Susana la redactora en Localia pero meses después TeleMadrid me fichó y nunca llegue a trabajar en Localia durante su tiempo de emisión. Con Txus volví a coincidir un año después pero hace ya muchos años que no le veo, creo que está en Mediapro con algún cargo de cierta responsabilidad. Yo estoy aquí, de vuelta en el lugar del suceso después de tantos años, esperando a que Manu me recoja para ir juntos al bolo y tras revivir cada segundo de aquella mañana, me he dado cuenta que desde aquél día no concibo un equipo de grabación sino como eso, un equipo. Tampoco he podido evitar sentir cierta nostalgia de aquellos años de redactoras y ayudantes, maleta de luces y baterías, sucesos y ruedas de prensa, entrevistas y reportajes, teatros y galerías de arte, ministerios y chabolas. . . Será mejor que pase página, el partido está a punto de comenzar y esta cámara es complicada.
Con mis mejores saludos!!!