Es madrugada, el gélido viento azota las amarillas hojas del otoño y no hay luna llena, por eso me atrevo a hablar esta noche de el Hombre-Lobo.
Hace ya un buen puñado de años, Oscar un amigo técnico que había conocido tiempo atrás en una televisión local, decidió reunir al antiguo equipo para hacer un cortometraje con la única y sana intención de aliviar sus ansias creativas, fruto de tantas horas entre placas electrónicas y cables, algo demasiado tedioso para el bueno de Oscar.
Entre cobre y sílice, surgió del universo de Oscar «Lícantrópo», pues era y es el terror, el género cinematográfico preferido por nuestro afamado técnico de vídeo. Soldando con estaño algún circuito se le ocurrió que quien mejor que Paul Naschy para interpretar el papel protagonista; Sí el famoso actor colaboraba en el film, sería un gran reclamo y exito seguro.
Tras un par de meses de planificación llegó el fin de semana elegido para el rodaje al cual no vendría Paul Naschy, quien muy educadamente había rechazado la oferta mediante misiva. A Oscar no le hizo mucha gracia la negativa de la internacional estrella del celuloide pero tras varias horas de rodaje en aquel pequeño piso de Malasaña con viejas baldosas de ajedrez, en pleno verano, con un vecino loco , un grupo de Hare Krishna cantando en la calle y a sabiendas que nadie vería un duro, alguien dijo; «¿Entiendes ahora por qué no quiso venir Paul Naschy?»
Pasó el tiempo y las estaciones, el corto ya era un lejano y casi inexistente recuerdo en la memoria y una vez más el equipo andaba disgregado por los distintos campos audiovisuales, cuando me llamarón una tarde desde producción de Telemadrid para hacer un directo desde el barrio de Arguelles, lugar donde se había derrumbado un edificio en obras con trabajadores en el interior. Al llegar al lugar de encuentro con el ayudante de producción, se le ocurrió que tal vez lo mejor sería hacerlo desde un balcón del edificio de enfrente, así que subí con él para preguntar a los vecinos sí nos dejaban molestarles un rato.
Subimos y llamamos a la puerta, se abre y aparece un señor amable en zapatillas de estar por casa y vestido con un pijama a rayas horizontales verdes y negras, el ayudante de producción se queda de piedra y casi timorato exclama; «Oh… Perdone.. ¡Que casualidad!… ¿Sabes quien és?, ¿no?» -mirandomé a mi- «¡Hombre!, por supuesto, sí que es casualidad… Buenas tardes caballero… Respondí falsamente pues no tenía ni puta idea de quién era aquel hombre.
Finalizada la conversación inicial y yo enterado que aquel señor en pijama era el Hombre-Lobo, Paul Naschy, aceptó a prestarnos su balcón para el directo. Tras lanzar a los compañeros de enlaces la madeja de cuerda de pita para que atasen las puntas de el BNC y el XLR, conecté la cámara, encuadré, me puse el pinganillo, llamé al control central y allí nos quedamos, con el gran Paul Naschy como anfitrión, el actor que más veces interpretó al Hombre-Lobo y que tuvo una gran fama en Hollywood aunque aquí tan solo era conocido por los amantes del género.
Nos estuvo enseñando algunas cosas que tenía por el salón, recuerdos de rodajes, premios internacionales, fotos… Era un salón, acogedor y con estilo, uno se sentía en la casa de un hombre vivído, su mujer también se mostró muy amable y la verdad que fué una de esas tardes provechosas. Al llegar el inevitable «estamos a cinco minutos, prevenidos» por el pinganillo, abandoné la conversación y me fuí a la cámara, dejandoló a solas con el ayudante de producción que casualidades de la vida, había hecho la tesis acerca el cine de terror, para él aquella tarde sí que fué un día increible y para mi también, porque siempre es un punto poder charlar tan tranquila y amistosamente con alguien que ha trabajado intensamente en pleno Hollywood.
Nada más llegar a casa llamé a Oscar; «¿A que no sabes con quien he estado?» y estuvimos recordando los días de aquél rodaje que por cierto, ganó un modesto premio en «La Casa Encendida» y disfrutamos de la proyección del corto. Lo más sorprendente de todo, después de terminar de hablar con Oscar, fué que miré por la ventana y aquella noche, en la que tan solo unas horas antes había dado la mano al Hombre-Lobo, había… ¡Luna llena!
Os dejo enlaces de páginas con información acerca Jacinto Molina, «Paul Naschy», el Hombre-Lobo:
http://www.priegodigital.com/ver.php?categoria=117&id_noticia=2240
http://www.canaltcm.com/doctora-amor/post/2009/12/03/homenaje-paul-naschy-lobo-hombre-madrid
http://www.youtube.com/watch?v=xcilV9YIjQc
http://www.tu.tv/videos/trailer-del-film-la-herencia-valdemar
Con mis mejores saludos
Anda Paco que no tienes historias que contar tú de tu curro y de tus andanzas náuticas por los mares del mundo.
Tu si que eres un hombre vivído.
Gracias Mac!!… Espero que nos queden muchas por contar!!